GUERRERA
Guerrera que ha peleado muchas batallas
a veces por necesidad, a veces por deseo
a veces por ignorancia
a veces por la ebullición de los volcanes que me habitan.
Como si viniera de Sarmacia o hubiera peleado en Troya.
¿Acaso con el pecho cercenado para acomodarme el arco
en la noche triste de Tenochtitlan?
Acaso con este fuego del centro del universo
que no me permite detenerme y aceptar
que el mundo sigue girando sin mi, tranquilamente.
Arco, lanza, hacha, escudo y casco me derrumban.
No puede ya mi cuerpo con tantos semáforos derretidos
escurriéndose por las alcantarillas.
Quiero que me arrastren los ríos que ya no se devuelven
sobre sus cauces muertos
cauces amortajados para el funeral con coronas de plástico
y llantas Good Year-Firestone.
Piedra de Fuego, eso soy
buscando ansiosamente un río de agua fresca
para apagar la sed del miedo
el hedor de azufre en cada hueco desolado
que se dispara estridente sobre mi camisa.
Batallas candentes las de mi ropa.
Walkiria en la corriente de otros ríos que no son míos
y que viaja a mares de otras latitudes. Perdida estoy.
Estoy cansada y no quiero que Aquiles me mate.
No quiero errar por el mundo como el fantasma de una heroína muerta.
Opuse todas las resistencias
tantas que no sé como dejar que el arca de las alianzas penetre mi nido.
Quizá deba preguntarle a Violeta
como es que se va enredando el musguito en la piedra y quedarme quieta
dejar que la corriente me arrastre
y me lleve a los Siete Mares que me llaman o simplemente irme a los montes
lejos de las cajas de seguridad
y las cuentas amortiguadas por el alma de cada cosa que adorna la soledad
del vecindario.
Me mata tu soledad tan llena de autos
tu soledad tan segura de impuestos
me mata tu amor con tanta medida
tu amor de río verdegrís
con palabras oxidadas, enmohecidas, entumecidas
al amanecer, vacías de tanto decirlas
vaciadas sin esencia de la carne, del instinto, la intuición.
Guerrera no. Yo quiero ser rama de cortez amarillo, coposa
derrochando soles en el humilde aire que respiro
y amarte desde este lado de mi amor
ahora que ya no me importa que digás te amo
porque mi amor está primero que el tuyo
mi amor está por encima de todas las batallas
de todas las distancias
de todos los escudos y los arcos y los pechos cercenados
mi amor sigue su viaje con vos o sin mí evaporándose
y llevando fragmentos de mar a la estratosfera
para soñar con sirenas que llueven amaneceres
como este en que depongo las armas y me retiro.
Poema del libro PALABRAS DE LARGA NOCHE.
Imagen desde https://www.facebook.com/CantautoraGuadalupeUrbina/