Encontrar.
A lo largo del día
y a lo ancho de la noche.
En cualquier sitio donde estés
encontrar algo que sea propio.
El vuelo de una gaviota
sobre la bahía.
La luz del poniente
que juega al escondite
detrás de los edificios.
Un brote de pino
que se fuga del bosque.
Circulan palabras.
Unas son desconocidas;
otras, sucias
de tanto que se repiten.
Hay que limpiarlas con fervor,
se les devuelve su significado
y se colocan dentro
de una frase de nuevo.
Así, encontrar es la manera
de sentir el latido
de la vida.
Y cuando atardece,
cada día, encontrarse
uno consigo mismo.
Para no acabar perdido
en medio de tanto sin sentido.
Fuente: «Escrito con Sentido»